miércoles, 12 de agosto de 2015

LA MUERTE A SORBOS






 A sorbos pequeños





La vida se presentó a tí en forma de botella que tenías que beber. Si o Si.
Y no lo sabías. Solo tragabas. Sin paladear.  Primero a morro y a degüello. Sumergido en una permanente mutación de sabores.  Agrado o repulsión daba igual. Fascinado.   Un animalillo sorprendido  por los faros de la novedad en la noche del bosque.
Luego aprendiste  a leer y a escribir, y con ello a tomar nota. Lo que es un acierto y un error. Lo que te beneficia y lo que te perjudica. 
 Y no importó, si lograste al final andar en bicicleta o no.  La cuestión es que aprendiste lo que era el equilibrio.  Extrapolaste el concepto,  más allá de un porrazo contra el suelo al no saber controlar el manillar.  Aprendiste a navegar entre distintas aguas. Lo que querían que hicieras y lo que querías tu hacer.  Lo que esperaban de ti y lo que tú esperabas de la vida.
Porque ya sabías lo que era la vida. ¿Qué edad tenías? ¿ siete años? ¿ ocho? . Y con ello la   muerte.  Y es que  resultó que la vida tenía una puerta trasera  de la que nadie tenia la llave para volver entrar desde fuera.
¿ Recuerdas?.  Al principio el tema no iba contigo. Aunque a veces pensabas en ello,terminabas razonando que tu no te ibas a morir, porque a tí no te daba la gana. Y que cada uno hiciera lo que quisiera.   Eras muy torpe  en tus apreciaciones , y considerabas que si a tu vida le hicieran un control de existencias hallarían un almacén desolado. ( Tardarías un tiempo en aprender a valorar cada bote de conserva  que hubiera en  las  estanterías).  Nadie te podía obligar a morir, aunque vivieras a regañadientes.
Hasta que llegó el momento  en el que  te tuviste que encarar a ella. Como si fuera un espectador que quisiera arrebatarte el micrófono en el concierto en el que tu eras la voz cantante.
Porque ella estaba en todas las partes. En las personas que a tu alrededor desaparecían. Y en tu interior también, cuando  te diste cuenta de que  podrías ser capaz de olvidar aquello que juraste que jamás olvidarías.  Porque todo,  además de  llevar etiqueta con fecha de caducidad, está en permanente mutación. Incluso tu corazón.  La muerte es el cambio de un inicio.
En definitiva la muerte formaba parte de la vida, pero,¿ la vida forma parte de la muerte?.
Todavía no has encontrado la respuesta correcta, pero tu alma recibe cada nueva ilusión, efímera  como una pompa de jabón, enseñando los dientes en una sonrisa canalla.
Cuando tuviste conciencia de que un día dejarías de existir, decidiste beber tu vida en una copa Riedel. Y en tragos pequeños.Celebrando la vida, y también la muerte. Porque la vida, es irrepetible. 
A sorbos pequeños.
MaLnaik



Hablando de muerte, os dejo un artículo  aparecido en la CNN en español, que habla de los cadáveres enjoyados de Europa y su historia.  Escrito por Williams Lee Adams. Las fotografías  que son las protagonistas auténticas del reportaje son de  Paul Koudounaris. Os dejo el enlace  por si quereis leerlo. Luego pongo y comento algunas fotos.
En el año 1758 se abrieron las catacumbas de roma. Frente a tanto hueso de martir las autoridades decidieron que se restauraran y se enjoyaran convenientemente. Una fortuna en joyas.  Una forma de traer a los fieles de este mundo  las riquezas del otro.


San Vicente (Fotos No)

San Pancracio. Cardenal Wisseman habla de él en el libro Fabiola. Ignoro si lo que se cuenta él es cierto o no.

Santa Luciana ( a mí me da miedo)
San Alberto ( espectácular)
Santa Mundicia ( melancolía en los huesos)





Cabriolets :" Cadaver exquisito



San Federíco nos dice adios. Hasta el próximo Post.





















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