jueves, 21 de abril de 2016

Y SE MUEREN...





Se mueren los que nos cantaban. Sólo queda seguir bailándoles  hasta que los huesos del alma nos dejen. Para la muerte no hay cura. Y es duro tener conciencia  de que hay  más recuerdos amontonados no sé sabe dónde, que tierra nueva que pisar.
Nos vamos deshaciendo poco a poco..
Pero mientras sepamos sonreír al sonar aquella canción, tendremos conciencia de quiénes somos.
Victoría pírrica, pero nuestra.


Te amo, corazón
















viernes, 15 de abril de 2016

NO ECHE HIELO A LA BEBIDA






No eche hielo a la bebida.
El camarero me obedece sin mirar.

Como una servilleta de papel,
me doblo sobre mí misma.

A los laberintos caprichosos
les gusta disfrutar de su rutina,
desapercibidos
y con la cremallera bien abrochada.

Me enseñó a volar sin motor
tanta vorágine de piel
que miente al rozar,
mientras arrastra sus pies
como una aburrida película.

No eche hielo a la bebida.
Contemplo lo ajeno
unas veces en lo alto,
y otras en el barro, escondida.

Las canciones del pasado,
la fatiga del presente,
la carcajada del futuro,
se han convertido en el silencio
con el que se viste mi sonrisa
partida.

Si te oigo llamarme,
giraré la cabeza.

Si te digo hola,
no hay riesgo
a que aprendan a latir
estas rocas.

Si te digo hola,
no volverán a ser uno
los pedazos en los que se rompió
el espejo en el que te mirabas.


Si te digo hola,
mucho nos cuidáremos
de desatar nuestras incongruencias,
para que bailen
sin herirnos de culpa.

La  sed
que con fuego se sacia.

Un universo dormido
en la mano de un átomo
sin Dios.

Una fecha de caducidad,
que el hambre insatisfecha
obliga a rebañar
como un plato de postre vacío.

Un hoy que es piedra
que no olvida,
la noche en la que vio
latir un arco iris
temblando
en una gota de lluvia.

No eche hielo a la bebida,
el frío, lo traigo conmigo.

MaLnaik



Pecaminoso