Ahí estás tú
La primera vez
que te miré,
lo hice como un conductor
contempla
las huellas que dejó
la lluvia de ayer
en la luna delantera del coche.
Mientras espera
que la luz del semáforo
cambie a su favor.
Luego,
No sabría explicar cómo ocurrió.
Lo cierto es que mi corazón
fué sitiado por un ejercito
de detalles.
Y hablar de cada uno de ellos,
Sería poner un caramelo usado
en boca ajena.
Simplemente puedo decir
que nos convertimos
en dos burbujas,
que de tanto prodigarse
en el roce
acabaron derramándose,
como agua
en el lugar más insospechado.
Y que el mañana
son tus dedos
acariciándome la espalda.
MaLnaik
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